Desde hace 6 meses se dieron cambios en el santuario del Gauchito Gil, los cuales culminaron en el paisaje actual de demolición y escombros. En esta nota te contaremos todas las transformaciones acontecidas y sus motivos.
El santuario es testigo de un hecho histórico
Décadas atrás el santuario de Antonio Gil, el gauchito milagroso, presentaba un paisaje muy distinto a lo que se espera de un centro de veneración. Este espacio se encuentra en la zona de banquina y laterales de la Ruta Nacional 123, Kilometro 100, en cercanías de la ciudad de Mercedes. El mismo estaba colmado por los puestos de los comerciantes que aprovechaban la enorme cantidad que devotos del Gauchito Gil; para poder vender sus productos y artesanías relacionadas con esa fe.
Así mismo, año tras año, los fieles pelegrinos que visitaban el lugar hacían notar su descontento ante un panorama de desorganización y precariedad. Y es que el avance espontáneo de los puestos de souvenirs ocultó por varias décadas la visión del santuario desde la ruta.
Antiguamente los conductores que pasaban por el lugar podían visualizar la cruz del altar desde sus medios de movilidad. Siempre adornado por las características banderas rojas que flameaban vertiginosamente, daba un espectáculo entre místico y pagano; despertando la curiosidad de todo aquel que transitaba esta ruta nacional.
¿Cómo surge el proceso de transformación del santuario?
Luego de una serie de hechos negativos para la sociedad mercedeña que tuvieron trascendencia nacional y ante la presión de la ciudadanía, empezaron las tratativas para echar luz sobre este centro de veneración.
Y es que este santuario parecía tener autonomía, sus propios reglamentos, motivando a la ocupación ilegal de las banquinas y su crecimiento desorganizado en el terreno. Es así que el Juzgado Federal de Paso de los Libres, Vialidad Nacional y Provincial, ministerios de Justicia y de Seguridad de Corrientes, Municipio local, el interventor de la Cruz Gil, establecieron las pautas para el desalojo del sitio.
Todo este despliegue para poder concretar así el proyecto urbanístico y turístico moderno destinado a honrar a una de las figuras religiosas más veneradas del país.
Nueva imagen para el santuario del Gauchito Gil
El día 18 de diciembre se vivió una escena esperada hace mucho tiempo y celebrada por tantos devotos del santo pagano. Los medios de comunicación locales y provinciales anunciaban, luego de dos intentos fallidos, el inicio de las obras previstas.
Las retroexcavadoras llegaron al predio para iniciar las tareas de demolición de los cientos de puestos precarios apostados a la vera de la ruta. El panorama era de escombros, pero también de esperanza, de decisiones tardías que traerían traerían orden y claridad a las actividades que se desarrollaban en el sitio.
La fiesta popular en el 2022
Aunque el año pasado fue la primera vez que no se celebró el aniversario de la muerte de Antonio Gil, y esta oportunidad el evento no se llevaría adelante. Se creía que este año parecía que iba a ser diferente respecto a las indicaciones por parte de las autoridades de salud pública local y provincial, pero ante los nuevos casos, ya empiezan los rumores de reforzar medidas sanitarias.
Cabe señalar que la nueva cepa está alertando a los especialistas de la salud ya que día a día aumenta el número de casos positivos en toda la provincia por su alto nivel de transmisibilidad.
En una nota realizada en el portal de noticias TuMercedes, la directora del Hospital, María Laura Lacour, señaló que “la fiesta del 8 de enero se debe suspender, por el aumento de casos de Covid-19”.
Además sostuvo, al mismo medio: “Ojalá tuviéramos la misma predisposición que hubo el 8 de enero de 2021.
Nos pusimos de acuerdo todos, y con la colaboración de la comunidad, que tampoco quería una movilidad multitudinaria; logramos la medida”, agregó la funcionaria.
Nuevos controles antes de la llegada masiva de promeseros
Respecto a los operativos de seguridad, las autoridades se reunieron el 29 de diciembre de 2021 y establecieron que habrá aproximadamente 180 efectivos policiales que controlarán la zona y Gendarmería Nacional custodiará la ruta.
Por otra parte, Vialidad Nacional inició el levantamiento de escombros y la destrucción de una de las zonas que quedaban en pie sobre la ruta. Esto, con la idea de la zona esté liberada y que las personas puedan acceder al santuario sin mayores demoras para continuar su viaje.
Dentro del predio los peregrinos serán guiados por los efectivos policiales para respetar los protocolos sanitarios y efectivizar con mayor rapidez la visita. Todas estas transformaciones sin dudas son el inicio de lo que será un futuro proyecto urbanístico que ofrecerá belleza y sobre todo seguridad a los miles de fieles que visitan el lugar.
La ciudadanía de Mercedes está conforme con estas obras y ansiosa por ver renovado al santuario, fuerte captador de turismo y puerta de entrada a la ciudad.
Foto de portada: Matías Schiro
