El 24 de junio es una fecha que los argentinos recordamos por múltiples motivos. Diferentes personalidades que forman o formaron parte de nuestra nación y de nuestra cultura celebran un nuevo año de vida o conmemoran un año más de su fallecimiento ese mismo día. Un 24 de junio nacieron Juan Manuel Fangio, Ernesto Sábato y Lionel Messi, entre otros. Mientras que Carlos Gardel, Rodrigo y Tito Lusiardo, íntimo amigo de Gardel, encontraron la muerte en la fecha homónima. Existe, además, una figura que pasa desapercibida y sin embargo, fue crucial para la historia argentina que también nació este día. Se trata de Juan Bautista Cabral, un joven correntino, de origen afroindígena que dio su vida por otro correntino, el general Don José de San Martín. Juan Bautista Cabral murió durante la Batalla de San Lorenzo y sus acciones durante ella quedarán para siempre en la memoria nacional.
La vida de Juan Bautista Cabral, mestizo e hijo de esclavos
Muchos de los detalles sobre la vida de Juan Bautista Cabral antes de enrolarse al Ejército son aún desconocidos. Sin embargo, se sabe que nació en el departamento de Saladas en una localidad que fue rebautizada con su nombre. Se consideraba zambo o afroindígena porque sus padres eran José Jacinto, un indígena guaraní y Carmen, una mujer de origen angoleño. Se sabe también que nació entre 1785 y 1790, pero su acta de nacimiento fue quemada o extraviada durante un incendio en el convento Santo Domingo Borromeo en el que presuntamente fue bautizado. Por aquella época, los patrones de sus padres eran Tomasa Casajús y el estanciero Luis Cabral. Cuando se enroló en el ejército en Buenos Aires, Juan Bautista quien hasta entonces llevaba el apellido Robledo adoptó el apellido Cabral. Con ese nombre, el de Juan Bautista Cabral Robledo pasó a los libros de historia.
Su llegada al ejército y al Regimiento de Granaderos a Caballo
Cuando tenía apenas diez años de edad, el gobernador de Corrientes, Toribio de Luzuriaga incorporó a Juan Bautista Cabral al ejército. Desde Corrientes llegó a Buenos Aires donde también trabajó como peón. Antes de pelear en San Lorenzo, Cabral fue parte de quienes lucharon en otra jornada histórica: la segunda invasión inglesa en 1807. En 1812, cuando estaba de nuevo en Corrientes fue reclutado para volver a Buenos Aires y allí estaría destinado al Regimiento de Granaderos a Caballo. En las barrancas de los terrenos que hoy forman parte de la plaza San Martín de Buenos Aires se forjaron los cuarteles del regimiento y desde allí todo el contingente partió hacia su bautismo de fuego, en San Lorenzo. Los mismos cuarteles fueron testigos del regreso glorioso de los soldados tras la derrota a los realistas, sin embargo, Cabral no volvería con vida.
El combate de San Lorenzo y el heroísmo de Juan Bautista Cabral
Era la madrugada del 3 de febrero de 1813 y el enfrentamiento entre las tropas del general San Martín y los realistas de la milicia urbana de Montevideo recién había comenzado. Ambos cuerpos peleaban junto al convento de San Carlos Borromeo en la ciudad de San Lorenzo, en lo que hoy es la provincia de Santa Fe. El caballo de San Martín, herido, dio un respingo y cayó haciendo que su jinete quedara atrapado. El General estaba rodeado por soldados realistas y aunque aún caído seguía luchando. Sus únicos dos destinos posibles eran la muerte o el calabozo. Fue en ese momento, que mientras sus compañeros seguían enfrentando a los soldados enemigos, Juan Bautista Cabral tomó a San Martín por los hombros y lo libró de su estancamiento. Simultáneamente, un soldado realista heriría a Cabral de muerte.
La muerte de Cabral y los homenajes de San Martín y sus compañeros
Agonizante, Cabral fue llevado al convento con otros heridos. Según la carta que poco tiempo después San Martín envió a la asamblea del año XIII, dos heridas atravesaron el cuerpo de Cabral. Diferentes fuentes históricas aseguran que las últimas palabras que el soldado le dijo a su coprovinciano fueron justamente “muero contento, hemos batido al enemigo” y que también, la lengua utilizada para decirlas, fue el guaraní. Tras su muerte, San Martín auxilió económicamente a la familia Cabral y al llegar a Buenos Aires mandó a colocar sobre la puerta de entrada del cuartel de Granaderos, un tablero con la inscripción “Al Soldado Juan Bautista Cabral. Murió en la acción de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813. Sus compañeros le tributan esta memoria”.
Los homenajes a Cabral: la Marcha de San Lorenzo
La Marcha de San Lorenzo es una de las canciones que siempre formarán parte del acervo cultural e histórico de los argentinos. Con música compuesta por Cayetano Silva en 1901 y letra de Carlos Benielli, esta canción homenajea a Juan Bautista Cabral y da cuenta de la heroicidad de sus acciones durante el combate de San Lorenzo. Los restos de Benielli, cuya familia hasta 2005 cobró las regalías por la canción, descansan a unos pocos metros de los Cabral en el Cementerio Conventual de San Lorenzo. Hoy, bandas militares de todo el mundo y de países tan distintos como Uruguay, Alemania o Polonia la tienen dentro de su repertorio y hacen que la figura de Cabral, un zambo correntino, perdure en el tiempo como la de un héroe nacional.
Cabral, soldado heroico,
Marcha de San Lorenzo. Compuesta entre 1901 y 1907 por Cayetano Silva y Carlos Benielli.
Cubriéndose de gloria,
Cual precio a la victoria,
Su vida rinde,
Haciéndose inmortal.
Y allí salvó su arrojo,
La libertad naciente
De medio continente,
¡Honor, honor al gran Cabral!
Genial.