El ocelote o Leopardus pardalis es el tercer felino más grande del continente americano y uno de los más bellos. En Argentina quedó relegado a selvas y montes del norte, y es considerado vulnerable a la extinción. La Fundación Rewilding Argentina ya está llevando al cabo el proyecto, en los Esteros del Iberá, para reintroducir esta especie.
Es así que este animal se suma a la lista de los felinos que están regresando al Iberá por este tipo de proyectos: ya se logró recuperar al yaguareté y al puma. Ahora, es el turno del ocelote que hará que el Iberá sea más bello, completo y funcional.
El Ocelote ya está en el Iberá
Se trata de “Balam”, el ocelote macho que es el primero en ingresar a los corrales de presuelta cerca del Paraje Uguay para dar comienzo a este proyecto. Desde la Fundación comentaron que, en el corto plazo, tienen pensado unir a Balam a otros ocelotes que hoy en día se encuentran transitando el período de cuarentena correspondiente.
Cabe mencionar que, los ocelotes se donaron por el establecimiento La Peregrina, en Buenos Aires y que son provenientes de cautiverio. Todos ellos permanecerán en los corrales de presuelta que se construyeron especialmente para rehabilitar y, luego liberar a los primeros individuos.
Dicho complejo de corrales de presuelta es una obra de gran envergadura. Ahí es donde los animales, provenientes de cautiverio, deben adaptarse progresivamente a la vida en libertad. Además, ahí mismo se desarrollan sus habilidades de caza. Así como también, se incluyen las diferentes especies de aves que forman parte de la dieta de los ocelotes.
Acerca del ocelote
El ocelote puede habitar montes secos, selvas húmedas, ambientes más abiertos, con abundante agua o desérticos. Como mesodepredador mantiene un control poblacional sobre sus presas. A su vez, consume una gran variedad de animales que abarcan desde pequeñas aves, roedores y reptiles hasta mamíferos del tamaño de una corzuela.
Los ocelotes adultos pueden alcanzar hasta los 16 kilos, y su pelaje suele mostrar hermosas manchas alargadas y con forma de ocelos: ojos totalmente negros. También poseen grandes orejas y gran sentido auditivo, con unos ojos grandes y expresivos.
Recuperar la especie
Durante el pasado, el ocelote habitó desde el sur de Estados Unidos al centro-norte de Argentina. En los últimos 150 años perdió buena parte de su área de distribución, principalmente por la caza, ya que su piel era muy buscada para tapados, y la destrucción del ambiente.
En Corrientes todavía sobrevive en el extremo noreste, especialmente en el límite con Misiones y la cuenca del Aguapey. Mientras que, en Iberá los registros históricos son escasos y el último ocelote observado en el Parque fue un macho fotografiado en 2015 por la Fundación Rewilding Argentina.
Ahora, con este nuevo proyecto y trabajo que vienen realizando, nace una esperanza de recuperar a este felino y que pueda volver a ser parte del suelo junto a las otras especies que ya se lograron reintroducir.
