El conocido Tren “el económico” llegó de mano del italiano Francisco Bolla hacia fines del siglo XIX. Actualmente está ubicado en la localidad de Santa Ana, a 19 kilómetros de la capital correntina. Recorramos juntos la historia y el recorrido de esta celebre insignia de la Cultura Provincial.
La llegada del Tren al pueblo
El italiano Francisco Bolla llegó a la Provincia de Corrientes en 1850. Sin embargo la instalación de la obra se concreta con la sanción de la Ley de Concesión para la conexión de Santa Ana con San Luis del Palmar, el 18 de Diciembre de 1.890. Este fue el único Ferrocarril que se construyó con Capitales Privados.
El señor azucarero, como se lo conocía, necesitaba que su Ingenio en Santa Ana tuviera conexión directa y barata con Corrientes, se trataba de un tren de sesenta centímetros de trocha, más tarde bautizado como “El Económico”.
Ante la quiebra de la empresa del italiano, la Provincia buscó darle continuidad a la construcción de durmientes y rieles desde el norte hacia el mediterráneo correntino. Por ello concedió a la firma Dodero la obra, con permiso para la ampliación del ramal. El Ingeniero Mauro HerlizKa diseña y supervisa ese proyecto.
Debido a el fracaso de la empresa, la Provincia tomó el control del recorrido en 1927. Con la nacionalización del ferrocarril en 1948, el “Económico” y su más de 200 kilómetros de vías pasó a manos del Ferrocarril General Urquiza.
El último recorrido del económico
Como consecuencia de la pérdida que generaban las locomotoras en todo el país, el gobierno de facto de Onganía decidió que la mejor medida sería el cerramiento de algunos ramales. De igual forma, como consecuencia de lo acontecido en 1989 se profundizó el levantamiento de líneas férreas, bajo el gobierno democrático de Menem. Por consiguiente los vagones de carga se oxidaron en los andenes o se vendieron como chatarras.
Su último viaje fue un 29 de Octubre de 1969. Como resultado se dejaron de cortar boletos. Sus precios variaban, por lo que en primera clase costaba unos 12 pesos, mientras que bajaba a ocho en segunda.
El recorrido del Tren
Con un recorrido total de 178 Km., contaba con dos ramales principales. El primero unía a Lomas de Vallejos con la localidad de General Paz y el segundo desde el Ingenio azucarero a la localidad de San Cosme.
Las Maquinas Locomotoras que realizaban el servicio eran tres. La primera era conocida como “Roque”, contaba con Dos Ejes Acoplados, los lugareños también la conocían como “El Buey de Hierro”. La segunda era llamada “Carlitos”, contaba con Caldera para Quemar Leña. La tercera se llamaba “Panchito” y tenía una doble Expansión asentada sobre un track del peso de 9 toneladas vacías y 12 toneladas en marcha.
El primer tramo entre Ingenio y San Luís del Palmar se inauguró el 24 de Agosto de 1.898 culminándose finalmente la totalidad de la Obra Ferroviaria que comprendía 72 Km. Lo que se destaca de estas Locomotoras es que fue el Primer Medio de Transporte Terrestre de Cargas y Pasajeros que integro al Interior de la Provincia con la Capital.
En el año 1892 finalizó la construcción del primer tramo a cargo del Ingeniero Coll y dos año después se completa el recorrido de manera fluida con extensiones por los principales campos de azúcar desde San Cosme, hasta Paso de la Patria.
Su influencia en la Sociedad de Santa Ana
Una de las formas en las que se puede conocer la influencia de cierto factor sobre la sociedad es la inserción del mismo en la cultura, los libros y las obras de artistas locales. En el caso del “Trencito económico” podemos observar que incluso después de años, su impronta fue amplia y se mantiene hasta el día de hoy.
En “La soledad avanza” de Alejandro Mauriño en 1991 podemos leer: “Estoy en una muerta y vacía estación avandonada. Estoy en Corrientes, y sobre el viento llega un tren flameando historias. Humo y estrepito espantan y la imaginación envuelve en vapor húmedo pasto al amanecer”.
“Pasaron años y fue quedando. Sigue despacio para ir llegando. A quien exigirle que ahora corra? Porque asombrarse de su pachorra, pugnar que cambie a toda costa su propio tronco de trocha angosta”.
Fisionomía de Corrientes de Franklin Rúveda, 2010
Además en el libro “Su seguro servidor” de M. A. Mauriño, “Historias de viajes” encontramos una mención al Tren de Santa Ana: “Las mangas de langostas se asentaban en las vías y la locomotora patinaba por el “lubricante” que formaban las langostas; entonces un ayudante con baldes de arena iba arrojando sobre las vías y asi recobraban su adherencia”.
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